
Si caía Cristina, caía Juan Carlos: era la hija predilecta del entonces rey
“Pero no sólo el director del proyecto tenía vínculos con la familia real, sino también muchos de los restantes componentes del equipo fundacional. Por ejemplo, el empresario mallorquín Jorge Forteza era buen amigo de las infantas Cristina y Elena. A los duques de Palma, por ejemplo, les había vendido los tres apartamentos que su empresa Aizóon posee en Palma. Como mano derecha de Perelló y director de relaciones externas del proyecto Ayre, hubiera sido muy fácil para Forteza apoyarse en las infantas para llegar al rey“.
“Otro miembro fundador del equipo era Camilo J. Cela Conde, que también conocía a varios miembros de la familia real. Sin ir más lejos, su relación con la infanta Cristina se remonta a diciembre de 1989, cuando ambos coincidieron en la delegación que acompañó a su padre Camilo José Cela Trulock a Estocolmo para recoger el premio Nobel de literatura. Amante de la navegación, Cela Conde también coincidía habitualmente con la infanta Elena en las regatas.
Otro de los asesores deportivos de Ayre era Augusto Sanguinetti, que ya llevaba tiempo colaborando con Perelló en el Siemens. Este experimentado regatista había jugado un papel central en la reforma y optimización del barco del príncipe Felipe, el TP52 Aifos. El Aifos (Sofía al revés, como lo bautizó hace muchos años el rey) es el barco de la armada, y era frecuentemente patroneado por el príncipe Felipe y, ocasionalmente, por la infanta Cristina“.
“Un último ejemplo es el regatista californiano Paul Cayard, ganador de siete campeonatos del mundo, dos veces olímpico y seis veces contendiente en la Copa América. Cayard era el patrón del barco de la Volvo Ocean Race “Pirates of the Caribbean” cuando, en el año 2005, invitó a navegar en él a la infanta Cristina. Ésta era una fan de Cayard, hasta el punto de ser quien sugirió su nombre a Perelló para el equipo Ayre“.
“Por supuesto que ante dos versiones tan contrapuestas podríamos pensar que es difícil saber cuál es la verdadera. Pero realmente no hay ninguna duda. Urdangarin lo único que aportó es una declaración escrita, redactada por la propia casa real, la principal interesada en su exculpación aunque sea a costa del propio duque de Palma. Ninguna prueba. Torres, por el contrario, fue apoyando todas y cada una de sus afirmaciones ante el juez con nada menos que 197 documentos. Centrémonos en uno de esos papeles, concretamente el correo electrónico del 1 de octubre de 2007 que Urdangarin le envía a Torres mientras estaba en Estados Unidos disfrutando de la beca Eisenhower. En este mensaje dice claramente: “Tengo un mensaje de parte del Rey y es que le ha comentado a Cristina para que me lo diga, que le llamará Camps a Pedro para comentarle el tema de la base del Prada y que en principio no habrá problema y que nos ayudarán a tenerla.” No necesita comentarios”.
“Estudiemos en detalle lo que hizo el rey don Juan Carlos. Sabedor del interés de Urdangarin y el resto del equipo Ayre en hacerse con la base del Prada en Valencia, llamó al presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, y le explicó el problema. Sin duda obtuvo una respuesta positiva. A continuación le explicó los resultados de sus gestiones a su hija la infanta Cristina, que también formaba parte del equipo Ayre como asesora del área deportiva, impartiéndole instrucciones de informar a Urdangarin para que este hiciera lo propio con Pedro Perelló. Hasta tal punto sabía que sus gestiones habían sido positivas que iba a ser el propio Camps, presidente del gobierno valenciano, quien llamaría a Perelló, y no al revés“.

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“No queda más remedio que reconocer que toda la familia real conocía y apoyaba a Iñaki Urdangarin”, señala el testigo
“Pero no es nada creíble cuando dice que el rey no hizo gestiones en favor del proyecto. Según Perelló: “hablé con él porque me parecía poco prudente empezar el proyecto sin decírselo al rey”. Eso señala su confianza en la enorme influencia del rey. Añade que “el rey me dijo que le parecía muy interesante para España y que, si podía, nos ayudaría”, y por lo tanto sabía que contaba con su apoyo. Ahora bien, ¿como puede afirmar que “yo fui a ver a Camps, no por intermediación de Cristina ni de Su Majestad, sino a través de una tercera persona que yo conocía“? En un correo de Urdangarin a Torres se lee textualmente: “Tengo un mensaje de parte del Rey y es que le ha comentado a Cristina para que me lo diga, que le llamará Camps a Pedro para comentarle el tema de la base del Prada y que en principio no habrá problema y que nos ayudarán a tenerla.”
“En otro, Urdangarin escribe: “Diego, hemos conseguido que el Rey se viera con Pedro para presentarle el proyecto. La reunión fue muy bien y aparte de parecerle bien armado ha ofrecido toda su ayuda para encontrar ayuda financiera“. Y más adelante Urdangarin le escribe “Pedro, S.M. el Rey me comenta que un amigo suyo ha hecho la gestión que le pedimos a Miguel Fluxá (Iberostar) y sorprendentemente Miguel no sabía nada del proyecto. Claro, se ha quedado un poco parado”. Con estas evidencias, ¿cómo puede Perelló decir que el rey no ayudó a buscar patrocinio? Sólo se explica por una lealtad mal entendida”.
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