jueves, 27 de marzo de 2014

Mi Autopista. Yo la construyo y me forro y Tú la rescatas




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Ayer cuando salió la noticia que el Estado iba a rescatar a las autopistas en quiebra la verdad es que me costaba entender el motivo. Hoy creo que ya tengo las cosas bastante más claras y con vuestro permiso y con la ayuda posterior de vuestros comentarios voy a intentar hacerme una composición de lugar. Vamos a empezar por el principio para irnos situando:
Todo empieza cuando alguien, aún no tengo muy claro quién, pero corrían los tiempos en los que Francisco Álvarez Cascos era Ministro del Gobierno,  decide  que para descongestionar los accesos a Madrid es necesaria construir una importante infraestructura. Además se tiene la feliz idea de que estos futuros desarrollos correrán a cargo de los usuarios y no del contribuyente en general, lo cual a priori hasta podría ser una buena idea.


Construyendo autopistas a la Española:

El sistema que se elige para construir esta serie de nuevas autopistas es tan sencillo como perverso:
1) Se adjudica la concesión administrativa a una  denominada empresa concesionaria. Esta empresa privada concesionaria es la que se encargará de construir, conservar y explotar la autopista durante un periodo de tiempo preestablecido.
2) La concesionaria obtiene un crédito bancario que utiliza para pagar las obras de construcción de la autopista. Es decir el banco es el que pone el dinero.
3) La concesionaria deberá devolver el crédito con los flujos de caja que genera el negocio.
Creo que hasta aquí todos estaremos de acuerdo que el modelo hasta parece sensato.
Ahora sin embargo vamos a introducir al modelo la particularidad del sistema español. Y lo vamos a hacer con  un ejemplo concreto:

La M12

Os presentamos la autopista de peaje M12 que conecta el aeropuerto de Barajas, unos 9,5 kms de vía. La empresa que se adjudica la concesión de la autopista es OHL.
Recordad que la concesionaria es la encargada de construir, pagar y gestionar la autopista, la concesionaria es por tanto la única entidad juridica responsable de la construcción y posterior  gestión de la nueva autopista.  Si la construcción de la autopista cuesta el doble de lo previsto el Estado no tiene nada que decir, es una responsabilidad de la concesionaria que es una empresa privada.
¿Adivináis a quién encarga la concesionaria de OHL la construcción de la autopista? Si, efectivamente habéis acertado al mismo Grupo OHL.
Y ahora os pregunto.  Si sois el grupo OHL y eres el propietario a la vez de la concesionaria y de la constructora de la autopista, es decir yo me lo guiso y yo me lo como ¿Dónde vais a querer ganar dinero? ¿En la concesión a 25 años vista o en la construcción de la autopista?
Cómo se suele decir, vale más pájaro en mano que ciento volando, o mejor dicho, genero grandes beneficios para la constructora hoy y la concesionaria ya se espabilará que 25 años son mucho años. Cuando concesionaria y constructora son el mismo grupo empresarial hay un claro incentivo en cargar el máximo beneficio en la construcción de la obra y no en su posterior gestión.
Además  la concesionaria de OHL obtiene financiación bancaria para construir la autopista. Esta financiación tiene una característica importante. Es deuda  sin recurso. Es decir, si quiebra la concesionaria,  el banco no podrá reclamar el préstamo a OHL sino que sólo se podrá quedar con la autopista.
¿Resultado? el previsible. La concesionaria de OHL se endeuda para pagar la construcción de la autopista a OHL y si hay sobrecostes o un beneficio extraordinario por parte de la constructora estos se los traga o los absorbe la concesionaria.
Si después resulta que la concesionaria no puede pagar las deuda, el problema se traslada primero a la banca y después al Estado, ya que además este tipo de proyectos resulta que cuentan con la Responsabilidad Patrimonial de la Administración.
Si va bien ganar dinero la constructora y la concesionaria si va mal, gana dinero la constructora y la deuda de la concesionaria la pagamos todos.
Por cierto, la concesionaria de la M12 presentó concurso de acreedores con un pasivo total de €557 millones de euros y una deuda bancaria de €222 millones. Un pasivo total de €557 millones de euros por construir un tramo de autopista de 9,4 kms de longitud.
Para que os hagáis una idea de media el tramo de 1.000 m2 de autopista en España cuesta 500 mil euros  (el doble que en Alemania). En la M12 los 1.000m2 de autopista habrán salido por decenas de millones de euros. Normal que la concesionaria acabe presentando la liquidación.
Ya lo decía la concesionaria de OHL cuando presentó el concurso. Causas del descalabro: Los altos sobrecostes de construcción, el coste de las expropiaciones y tráfico bajos.
Por cierto, ¿alguién me puede decir quien fue el responsable de realizar las proyecciones de tráfico que tendrían estas autopistas? Porque incluso antes de la crisis la realidad nunca llegó a superar el 30% del volumen de tráfico que se había estimado.

La perversa  responsabilidad patrimonial del Estado

Y ya vamos  llegamos al final, pero primero pasamos por el tema de la expropiaciones, un deuda aún pendiente de pago y que una vez presentada la liquidación ahora deberá asumir  el Estado.
¿Porqué se ha disparado el coste de las expropiaciones?
Recordáis la ley de suelo de 1996 según la cual todo suelo pasa a ser potencialmente urbanizable, pues bien cuando expropias lo tienes que hacer al valor de las expectativas que tiene ese suelo que gracias a esa ley, un suelo que podría haber sido expropiado como rústico, ahora debe ser expropiado como potencialmente urbanizable.
Y llegamos a la responsabilidad patrimonial del Estado.
No tiene ningún sentido que el Estado este asumiendo la responsabilidad patrimonial  de una infraestructura pero a la vez se desentienda totalmente de fiscalizar el proyecto de construcción de la autopista y más en un sistema donde concesionaria y constructora son la misma cosa.
Es un clarísimo ejemplo de riesgo moral. Yo grupo constructor primero me forro construyendo una autopista, después no pongo un duro porque lo pone la banca y una vez pagada la construcción, si la concesionaria quiebra, me lavo las manos y se la entrego al Estado.  El grupo constructor obtiene pingües beneficios al poder construir una autopista donde el único que lo controla es la propia concesionaria del grupo constructor.
El sistema es mucho peor que el “Si va bien gano y si va mal socializamos las pérdidas y no pierdo”. En el caso de las autopistas estamos ante una especie de: “Yo me forro construyendo una autopista sin ningún tipo de control  y el resto de españoles que paguen las deudas”.
Sería interesante, antes de proceder a que el Estado asuma su responsabilidad patrimonial de estas autopistas,  que se auditara cual ha sido el beneficio de explotación que han tenido las constructoras construyendo estas vías para sus  propias concesionarias.
Puede que por ley no nos quede más remedio que  asumir la deuda que ha generado el invento de las Radiales, pero lo que ya si es la bomba es que un proyecto fallido que nos tenemos que comer todos los españoles haya acabando generando suculentos beneficios a un puñado de constructoras. Con este sistema yo también soy capitalista.
Por último, como la autopista mala que se creará es una empresa pública, la deuda que se asume no computará como deuda del Estado, aunque la tenga que acabar pagando el Estado. Son esas  pequeñas paradojas contables. Mejor no nos pongamos a pensar cual es la deuda real que tenemos.

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