"Ganar está muy cerca de perder, pero nunca hay que dejar
de luchar. Siempre hay que estar alerta porque la vida te puede golpear
muchas veces, pero hay que levantarse después de cada caída. Hay que
saber encajar el éxito y la adversidad. Hay que pelear día a día, sin
dejar escapar ninguno".
Estas son solo algunas de las frases que los futbolistas del Atlético escucharon en la mañana de ayer sábado. No fue Diego Pablo Simeone el que las pronunció. Fue Irene Villa, una mujer que resultó gravemente herida hace algo más de 20 años, cuando una bomba de ETA adosada al vehículo en que viajaba explotó y le seccionó ambas piernas.
Este sábado fueron los jugadores del Atlético los que escucharon sus palabras en el hotel de concentración de Bilbao y por petición expresa del Cholo, que conocía su historia y su labor. Así que solicitó que, cuando hubiera ocasión, el club hiciera un hueco para que la plantilla pudiera escucharla. Ayer fue el día escogido.
Villa, que ha escrito un libro titulado Saber que se puede, compartió sus vivencias con los futbolistas. Mostró imágenes del día del atentado, hizo referencias a los momentos más crudos de estas últimas décadas y al millón de veces que ha tenido que pelear por salir adelante. El plantel, lógicamente, no salía de su asombro. El impacto de cada palabra de Irene era brutal.
Ella no quiso, por otro lado, quedarse solo en el día que perdió ambas piernas, así como tres dedos de una mano -su madre también resultó herida-, sino que también contó experiencias posteriores para que los jugadores vieran que la vida te puede golpear una y mil veces, pero tú no puedes perderle la cara.
El último ejemplo hablaba del accidente que sufrió esquiando, deporte al que se aficionó a pesar de carecer de ambas piernas. Irene, que ha llegado a ser campeona de España en modalidad de silla hace solo tres años, se cayó durante un descenso y se dañó una vértebra. Otro mazazo del que ha salido mirando a los ojos al destino.
Estas son solo algunas de las frases que los futbolistas del Atlético escucharon en la mañana de ayer sábado. No fue Diego Pablo Simeone el que las pronunció. Fue Irene Villa, una mujer que resultó gravemente herida hace algo más de 20 años, cuando una bomba de ETA adosada al vehículo en que viajaba explotó y le seccionó ambas piernas.
Este sábado fueron los jugadores del Atlético los que escucharon sus palabras en el hotel de concentración de Bilbao y por petición expresa del Cholo, que conocía su historia y su labor. Así que solicitó que, cuando hubiera ocasión, el club hiciera un hueco para que la plantilla pudiera escucharla. Ayer fue el día escogido.
Villa, que ha escrito un libro titulado Saber que se puede, compartió sus vivencias con los futbolistas. Mostró imágenes del día del atentado, hizo referencias a los momentos más crudos de estas últimas décadas y al millón de veces que ha tenido que pelear por salir adelante. El plantel, lógicamente, no salía de su asombro. El impacto de cada palabra de Irene era brutal.
Ella no quiso, por otro lado, quedarse solo en el día que perdió ambas piernas, así como tres dedos de una mano -su madre también resultó herida-, sino que también contó experiencias posteriores para que los jugadores vieran que la vida te puede golpear una y mil veces, pero tú no puedes perderle la cara.
El último ejemplo hablaba del accidente que sufrió esquiando, deporte al que se aficionó a pesar de carecer de ambas piernas. Irene, que ha llegado a ser campeona de España en modalidad de silla hace solo tres años, se cayó durante un descenso y se dañó una vértebra. Otro mazazo del que ha salido mirando a los ojos al destino.
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