Julio Anguita,
promotor de Frente Cívico y uno de los “padres”de la idea que permitió
forjar las Marchas de la Dignidad que finalizaron con una manifestación
en Madrid el pasado sábado, ha sido una de las primeras voces en
pronunciarse sobre el día después del 22M y habla ya de una segunda
“marcha sobre Madrid”, no como objetivo en sí sino como resultado de
nuevas movilizaciones que sumen adhesiones a esta acción social.
En un artículo, publicado en el blog del Colectivo Prometeo al que
pertenece, Anguita analiza el 22M y ofrece sus propuestas para
proseguir el trabajo de las Marchas de la Dignidad que, a su juicio,
hicieron patente que “la materia prima, el sujeto del cambio social
existe y se manifestó como tal” el sábado en Madrid.
Presente en la
manifestación del 22M, Julio Anguita relata cómo vivió “emocionado y
expectante, la entrada en Madrid de miríadas de personas, de ciudadanos y
ciudadanas que en columnas de marcha han dado en la capital de España
el ejemplo que la mayoría de damnificados por este régimen de
corrupción, injusticia y violación de Derechos Humanos necesita: la
unidad en la lucha”.
"Y ahora,
¿qué?" Ese es el título del artículo y el punto de partida del análisis
en el que Anguita advierte que “el 22 M puede ser el eje que marque un
antes y un después en el devenir de la mayoría social. Pero para ello se
hace necesario trabajar con la energía, la fuerza y los deseos de los y
las manifestantes”, señala al proponer una serie de ideas de trabajo
para continuar la acción de las Marchas de la Dignidad.
De ese trabajo
previo de futuras acciones y reivindicaciones podrá derivarse “la
siguiente marcha sobre Madrid” que, en opinión de Anguita, “solamente
puede realizarse cuando estemos en condiciones de asegurar una
asistencia que duplique a la del 22M”. Y, en ese mismo sentido, habla de
que “la futura marcha sobre Madrid debe ser la consecuencia natural de
una necesidad y de una capacidad que se deriven de un trabajo múltiple
de movilizaciones sectoriales y territoriales llenas de contenido
concreto y ligadas totalmente a las necesidades y problemas más
inmediatos de la ciudadanía”.
Propuestas de acciones pacíficas a nivel local y estatal
Para Anguita,
las Marchas de la Dignidad y el 22M han supuesto “la toma de conciencia
de una mayoría social que soporta unas condiciones de vida impensables
en el siglo XXI”. Y a ese objetivo, al de “construir el poder de la
mayoría social” con “una acción de programas, metas, proyectos y
actividades”, llama a todos los colectivos, organizaciones y personas a
título individual que conformaron y mostraron su adhesión a la
manifestación del sábado en Madrid.
Sus propuestas
del trabajo que de ahora en adelante debe hacerse para sumar adhesiones a
esta iniciativa social pasan tanto por “centrarse en lo inmediato, lo
local o lo territorial” de cada uno de los colectivos que conforman las
Marchas de la Dignidad, como en “el sentido global del movimiento” que
logren “su cohesión creciente (…) con movilizaciones de carácter
estatal”.
Entre esas
acciones de carácter global, Julio Anguita llega a realizar algunas
propuestas concretas –“hay toda una gama de actividades”, dice- como son
acciones de resistencia pasiva, campañas informativas, uso de medios de
comunicación propios y ajenos, campañas en torno a los Derechos Humanos
e incluso “boicots a productos, actividades, conmemoraciones, etc., de
manera totalmente pacífica”.
Acciones para
proseguir el trabajo de las Marchas de la Dignidad que, en su opinión,
evidenciaron“el insulto que supone para esa mayoría social el
espectáculo de robos, de alta delincuencia organizada y enraizada en las
instituciones, el posicionamiento de miembros de los tres poderes del
Estado a favor de depredadores de fondos públicos y, en general, la
evidencia de que se gobierna en favor de una minoría cada vez más
favorecida en sus actividades de rapiña”.
Frente a ese
panorama, Julio Anguita cree que el éxito de las marchas y de la tarea
que queda por delante en una acción mayoritaria está en “la inteligencia
de fuerzas sociales, movimientos, plataformas de todo tipo, en haber
asumido que la unidad de la mayoría social, base sobre la que construir
el futuro, es el objetivo al que deben supeditarse cuestiones adjetivas y
secundarias de grupo, organización, o colectivo”.
Porque, en su
opinión, “los que ayer –por el sábado- nos manifestamos en Madrid
dejamos constancia de que aspiramos a una soberanía popular y nacional
en todos los terrenos: económico y monetario, social, político y
cívico”.
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