Una vil tomadura de pelo como fue la elaboración y aprobación de la
Constitución del 78, ha podido permitir que una escandalosa y corrupta
monarquía haya pervivido, no sólo sin sobresaltos (que le hubiera podido
producir el pueblo), sino con su aplauso y reconocimiento...
Todo comenzó sin que acabara nada de lo que estaba; aparentemente
se cambió lo que había para que todo continuara; Franco se murió bajo
el manto de la inmaculada dejando su herencia y herederos para que nada
cambiara, y de ello, dieron fe, un rosario de “notarios” para que nadie
lo pusiera en duda. Los que más credibilidad le imprimieron, llegaron
desde el exilio. Se pasó de la dictadura a la democracia, tan fácil,
como saltaba la rana de Pinto a Valdemoro y viceversa.
Una vil tomadura de pelo como fue la elaboración y aprobación de la Constitución del 78, ha podido permitir que una escandalosa y corrupta monarquía haya pervivido, no sólo sin sobresaltos (que le hubiera podido producir el pueblo), sino con su aplauso y reconocimiento que le dictaba la caverna mediática. El pueblo ha estado alienado de monarquía en límites inalcanzables, pues de otro modo no hubiera soportado sus privilegios y costos, y menos sus devaneos con corruptos y corrupción filtrados a la luz, como los 6OO millones de dólares que desparecieron procedentes de los potentados árabes, en el negocio de las Torres KIO de Madrid, construidas con petrodólares de los Kuwait, que fueron embaucados por J. de la Rosa y Manuel Prado y Colón de Carvajal; este último, íntimo amigo y administrador de los dineros privados de Su Majestad; una responsabilidad de la que el mismo presumía. En este guiso del dinero fácil de los Árabes se implicaron, los Albertos, que igualmente se harían muy amigos de “Juanca”, (alias que cierto medio propagó). A de la Rosa los árabes le acusaban de haberles birlado, el solito, 500 millones de dólares. A esta banda también se uniría el banquero que había de moda, Mario Conde, con el que Su Majestad, gustaba de salir fotografiado en los medios. Menos los Albertos, que debían saber más de la cuenta y el rey; todos los demás fueron a la cárcel. Lo cientos de millones, “aún los están buscando”.
Nos imaginamos si los medios comenzaran a repasar y recordar pasajes, de esta monarquía, como él referido y como otros de obscuros accidentes que sufrió el monarca, (hasta en la claridad de la nieve); de caros regalos y picaderos privados, de los “últimos” casos de corrupción en los que el Juanca “ignoraba” los negocios de su hija y yerno… Si esto se aireara (en vez de la campaña de adulación que se está haciendo), esta familia iba a durar menos que el pasten que pusieron en la puerta del colegio.
En el 78 nos dieron gato viejo por liebre tierna, con el beneplácito y colaboración, del aparato del Partido Comunista, gracias al figurón de Santiago Carrillo, cuyos resultados en su organización, no pudieron ser más lamentables: desmanteló toda la combatividad de sus bases organizadas en el Sindicato, en el movimiento vecinal y en el estudiantado, llevando al PCE prácticamente a su extinción y por tanto, a concederle facilidades al neocapitalismo posfranquista, permitiéndole hacerse con todas las riendas, y ganar, como clase, batalla tras batalla sin desvainar el sable.
La vergonzosa claudicación de la dirección del PCE, también le alfombró el camino al PSOE, por el que los impostores de la dirección, con su “One” al frente (Felipe y su cuadrilla) se pringaron con el juego más sucio y anti obrero (que ninguna derecha hubiera soñado jamás usar), sin apenas respuesta de los afectados: las mejores empresas se las regaló a las grandes corporaciones capitalistas, metió el ejército en la OTAN, machacó al Partido Comunista, con las facilidades que le otorgó Carrillo, y puso de conserjes de los poderes fácticos a las cúpulas de CC OO y UGT.
Encontrarse en la Plaza de la Font de Tarragona, en la manifestación antimonárquica, a determinados dirigentes del PSC-PSOE, como ocurrió el día de la abdicación del rey, es como encontrarte una mosca en el potaje. Con la diferencia de que, a los referidos sujetos, no los puedes coger con el borde de la cuchara y apartarlos. Si no son creíbles por su dúctil pasado con la monarquía, en el presente, más de lo mismo. Ahí están sus correligionarios, F. González, Zapatero y Rubalcaba, haciendo declaraciones en defensa de la corona; son los mismos que todos aplauden y les quitan las motas de la chaqueta a la menor ocasión en que los tienen cerca.
Y por eso, como tienen un rostro que se lo pisan, (Entre ellos, el diputado estatal por Tarragona Juan Ruiz), no les importa aparecer en las manifestaciones antimonárquicas y unos días después, anunciar que votaran si a la continuidad del niño por el padre, para que el desmadre siga. La vicepresidenta Soraya de Santa María, lo ha aclaro aún más si cabe: “Rubalcaba y su partido han demostrado responsabilidad y lealtad”. O sea, piensan seguir con las bacanales a costa del pueblo. ¿Dirán algo sobre esto, los diputados manifestantes?
J. Estrada Cruz
Una vil tomadura de pelo como fue la elaboración y aprobación de la Constitución del 78, ha podido permitir que una escandalosa y corrupta monarquía haya pervivido, no sólo sin sobresaltos (que le hubiera podido producir el pueblo), sino con su aplauso y reconocimiento que le dictaba la caverna mediática. El pueblo ha estado alienado de monarquía en límites inalcanzables, pues de otro modo no hubiera soportado sus privilegios y costos, y menos sus devaneos con corruptos y corrupción filtrados a la luz, como los 6OO millones de dólares que desparecieron procedentes de los potentados árabes, en el negocio de las Torres KIO de Madrid, construidas con petrodólares de los Kuwait, que fueron embaucados por J. de la Rosa y Manuel Prado y Colón de Carvajal; este último, íntimo amigo y administrador de los dineros privados de Su Majestad; una responsabilidad de la que el mismo presumía. En este guiso del dinero fácil de los Árabes se implicaron, los Albertos, que igualmente se harían muy amigos de “Juanca”, (alias que cierto medio propagó). A de la Rosa los árabes le acusaban de haberles birlado, el solito, 500 millones de dólares. A esta banda también se uniría el banquero que había de moda, Mario Conde, con el que Su Majestad, gustaba de salir fotografiado en los medios. Menos los Albertos, que debían saber más de la cuenta y el rey; todos los demás fueron a la cárcel. Lo cientos de millones, “aún los están buscando”.
Nos imaginamos si los medios comenzaran a repasar y recordar pasajes, de esta monarquía, como él referido y como otros de obscuros accidentes que sufrió el monarca, (hasta en la claridad de la nieve); de caros regalos y picaderos privados, de los “últimos” casos de corrupción en los que el Juanca “ignoraba” los negocios de su hija y yerno… Si esto se aireara (en vez de la campaña de adulación que se está haciendo), esta familia iba a durar menos que el pasten que pusieron en la puerta del colegio.
En el 78 nos dieron gato viejo por liebre tierna, con el beneplácito y colaboración, del aparato del Partido Comunista, gracias al figurón de Santiago Carrillo, cuyos resultados en su organización, no pudieron ser más lamentables: desmanteló toda la combatividad de sus bases organizadas en el Sindicato, en el movimiento vecinal y en el estudiantado, llevando al PCE prácticamente a su extinción y por tanto, a concederle facilidades al neocapitalismo posfranquista, permitiéndole hacerse con todas las riendas, y ganar, como clase, batalla tras batalla sin desvainar el sable.
La vergonzosa claudicación de la dirección del PCE, también le alfombró el camino al PSOE, por el que los impostores de la dirección, con su “One” al frente (Felipe y su cuadrilla) se pringaron con el juego más sucio y anti obrero (que ninguna derecha hubiera soñado jamás usar), sin apenas respuesta de los afectados: las mejores empresas se las regaló a las grandes corporaciones capitalistas, metió el ejército en la OTAN, machacó al Partido Comunista, con las facilidades que le otorgó Carrillo, y puso de conserjes de los poderes fácticos a las cúpulas de CC OO y UGT.
Encontrarse en la Plaza de la Font de Tarragona, en la manifestación antimonárquica, a determinados dirigentes del PSC-PSOE, como ocurrió el día de la abdicación del rey, es como encontrarte una mosca en el potaje. Con la diferencia de que, a los referidos sujetos, no los puedes coger con el borde de la cuchara y apartarlos. Si no son creíbles por su dúctil pasado con la monarquía, en el presente, más de lo mismo. Ahí están sus correligionarios, F. González, Zapatero y Rubalcaba, haciendo declaraciones en defensa de la corona; son los mismos que todos aplauden y les quitan las motas de la chaqueta a la menor ocasión en que los tienen cerca.
Y por eso, como tienen un rostro que se lo pisan, (Entre ellos, el diputado estatal por Tarragona Juan Ruiz), no les importa aparecer en las manifestaciones antimonárquicas y unos días después, anunciar que votaran si a la continuidad del niño por el padre, para que el desmadre siga. La vicepresidenta Soraya de Santa María, lo ha aclaro aún más si cabe: “Rubalcaba y su partido han demostrado responsabilidad y lealtad”. O sea, piensan seguir con las bacanales a costa del pueblo. ¿Dirán algo sobre esto, los diputados manifestantes?
J. Estrada Cruz
No hay comentarios:
Publicar un comentario