La noche del domingo 23 de febrero de 2014 pudiera ser perfectamente la noche de los santos inocentes.
El equipo de Salvados,
después de anunciar a bombo y platillo lo fantástico y genial que sería
su programa con análisis sesudos sobre el 23F, ha resultado ser una
broma de mal gusto sobre el grave golpe de estado que se produjo en
España en 1981, en el cual hay innumerables dudas aún clasificadas. Algo que ha recordado al experimento de Orson Welles y su Guerra de los Mundos,
salvando las distancias de que Jordi Évole es periodista y no cineasta,
aunque el periodismo es algo que se le ha olvidado este domingo
faltando a su profesionalidad.
Después de tenernos enganchados a la
televisión con graves acusaciones a personalidades de la vida pública de
España, ha resultado que todo es mentira, una estafa, un falso
documental, una broma del graciosillo Jordi Évole, mezclando datos de
verdad con datos de mentira. La conclusión es que el pupilo de la Sexta ha aportado aún más desinformación sobre el golpe de Tejero y compañía.
Menudo favor a los espectadores que confiaban en que los datos de
Salvados estaban contrastados con la realidad, más favor aún a la
monarquía, que cualquiera que dude sobre su actividad en el golpe puede
ser tachado de conspiranoico como el programa falso de Jordi.
A pesar del debate de después para
hacer una reflexión con un toque progre, sobre la manipulación, la
censura, la legitimidad de la monarquía o sobre la Constitución, lo que
va a quedar es que todo ha sido una broma, que cualquier duda sobre el
23F es toda una conspiración “como lo de Évole”, un montaje.
El capítulo de Salvados más
esperado de este año se ha saldado con un chorreo de críticas en las
redes sociales que estaban ardiendo, con toda la razón del mundo, por
jugar con la historia y por hacer gracias sobre algo tan serio y grave
como es un golpe de estado fascista, como aquel que inició una
guerra con otro golpe a la democracia en 1936, es más práctico para la
tele entretener y mentir que analizar y explicar. Un flaco favor al
periodismo y a contribuir a entender el 23F que quedará como documento
audiovisual para reirse de los que dudan de la historia oficial el día
del golpe.
En un vídeo de la Sexta, Jordi Évole, sabiendo la que le venía encima ha respondido previamente:
“Bueno pues ya acabáis de ver
Operación Palace, yo sé que en este momento habrá espectadores, pues que
estarán contentos con lo que han visto porque se lo han pasado bien y
otros, pues que se sentirán engañados y me querrán matar”… “como mínimo
nosotros hemos reconocido que era mentira lo que hemos contado y que
seguramente ha habido otras veces que también les han contado mentiras y
nadie se lo ha dicho. Para hacer este programa, Operación
Palace, nosotros nos hemos basado en un documental titulado Operación
Luna, que explicaba la llegada del hombre a la luna también como si
hubiese sido algo falso, nosotros hemos cogido la fecha del 23 de
febrero, que también arroja muchos interrogantes y hemos hecho el mismo
experimento.”
¿En serio comparan la llegada
del hombre a la luna con las conspiraciones clasificadas del 23F? Parece
que la audiencia es el verdadero objetivo del programa y no
aclarar dudas, más allá de eso, lo que ha contribuido este Salvados es a
echar más sombras y alabanzas al Rey, un respaldo más a la sacro santa
Transición, modélica y perfecta que nos quieren inculcar, la de las
responsabilidades y los pactos, que mancilla la dignidad de todos los
asesinatos de la ultra derecha y el miedo que se vivía en España con una
represión sistemática a los movimientos sociales, pero Jordi Évole se
ríe de todo, todo por la audiencia, ya tiene una fama consolidada por su
labor de periodismo, pero como es de “izquierdas” pues no pasa nada, se le consiente todo, habrá que ver si esto le afecta en su carrera y en la valoración general.
Al final, lo que ha conseguido
Salvados es plantear que menos mal que tenemos un cargo de jefe del
estado que no podemos votar: la monarquía. Que realmente paró el golpe, y
nuestros políticos estuvieron a la altura, en un momento preciso en que
la casta política, el Régimen del 78 y la monarquía están en una
delicadísima situación por falta de apoyos debido a la crisis y las
continuas faltas de respeto hacia la ciudadanía. Un capotazo más
de la Sexta al sistema que vivimos, esa cadena del Grupo Planeta que te
vende un chiste de Bárcenas por las noches y el diario La Razón por las
mañanas, lo importante es vender, claro.
En definitiva, que no se enfade Jordi
Évole si a partir de ahora no se le toma en serio y pierde seguidores
por bromas tan absurdas e incomprensibles como esta. Una broma sin
gracia para acabar la semana y un tiempo valioso perdido en la caja
tonta.
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