La Delegación del Gobierno de Madrid ha prohibido la Manifestación convocada por la Coordinadora Republicana de Madrid para el jueves día 19 con el recorrido Sol - Cibeles - Neptuno "porque "resulta incompatible con las medidas que se han de establecer para dar cobertura de seguridad de los actos que tendrán lugar con motivo de la proclamación del Príncipe de Asturias como rey de España".
En el mismo documento se dice que la misma se prohibe "sin
perjuicio de que se realice una nueva comunicación con otra fecha u otro
recorrido".
En ningún momento se indica cual sería el recorrido oficial para
poder proponer un trayecto alternativo, lo que coloca a la Coordinadora
Republicana en una situación de indefensión que de facto niega el
Derecho de Manifestación en un momento político clave precisamente por
la proclamación del nuevo Rey.
Ante estos hechos la Coordinadora Republicana de Madrid considera
irrenunciable la expresión pública de posiciones políticas absolutamente
legítimas como es la oposición a la Monarquía y la reivindicación de la
República. Expresión pública, que para que merezca tal consideración
debe realizarse en un lugar céntrico de Madrid, que no coincida con el
trayecto de la comitiva real.
EN FUNCIÓN DE ESTOS HECHOS LA COORDINADORA REPUBLICANA DE MADRID
MODIFICA LA COMUNICACIÓN DE MANIFESTACIÓN REALIZADA Y CONVOCA UNA CONCENTRACIÓN EN LA PUERTA DEL SOL, EL JUEVES DÍA 19, A LAS 12 HORAS.
ASÍ MISMO ADVIERTE QUE CONSIDERA QUE SE PRODUCIRÍA UN ATROPELLO
DEMOCRÁTICO INACEPTABLE SI EL GOBIERNO PROHIBE LA EXPRESIÓN PÚBLICA DE
LA REIVINDICACIÓN DE LA REPÚBLICA EN UN LUGAR PÚBLICO DEL CENTRO DE LA
CIUDAD.
El ejercicio de derechos políticos fundamentales como el de
manifestación es irrenunciable, máxime cuando se pretende establecer en
la Jefatura del Estado a quien no ha sido elegido por el pueblo.
EL PUEBLO DE MADRID DEBE ESTAR EN LA CALLE EL JUEVES, DÍA 19 PARA GRITAR:
¡FUERA LA MONARQUÍA!
¡VIVA LA REPÚBLICA!
Manifiesto
Tras 39 años de reinado, los mismos que
Franco, el heredero del Dictador más criminal que ha conocido la
historia de los pueblos del estado español, abdica en su hijo Felipe.
Dicen que lo hace para salvar una Monarquía hundida en la ciénaga del
descrédito y la corrupción que va a ver sentados en el banquillo a la
hija del rey, a su yerno y al secretario de las infantas por blanqueo de
capitales, delito fiscal y malversación de fondos públicos.
Un rey que inauguró su mandato con las
manos chorreando sangre de los últimos fusilados del franquismo el 27 de
septiembre de 1975 pretende marcharse dejando – como Franco – todo
atado y bien atado para perpetuar la indigna sangre borbónica en la
Jefatura del Estado.
Lo más importante es que sepamos que, al igual que su abuelo Alfonso XIII, no se va por voluntad propia sino porque le hemos echado.
Las elecciones al Parlamento Europeo del
25 mayo, al igual que las municipales de 1931, han puesto de manifiesto
el hundimiento de las fuerzas políticas PP y PSOE que han apuntalado la
Monarquía desde la Transición. Entre los dos han perdido más de cinco
millones de votos desde las anteriores europeas y aglutinan a menos del
49% del 45% que participó. Es decir concitan el apoyo de menos del 24%
de los electores.
La monumental crisis capitalista que las
clases dominantes están utilizando para dinamitar derechos laborales y
servicios sociales y que deja a millones de personas – entre ellas a la
gran mayoría de la juventud – sin esperanza alguna, ha dejado al
descubierto ante la mayoría del pueblo trabajador la podredumbre de la
Transición y la traición de quienes la urdieron. Y la monarquía es la
clave de bóveda en la que se juntan las oligarquías vencedoras de la
guerra civil con los nuevos ricos de las privatizaciones del PSOE y del
PP.
Lo que está en juego no es un cambio de bandera, ni siquiera el poder elegir en las urnas la jefatura del estado.
Impedir la coronación de Felipe es avanzar
en la construcción del poder del pueblo. Y el pueblo trabajador no
acepta ya otra cosa que no sea exigir que la primera prioridad social
sea la satisfacción de las necesidades de todas las personas, echando
para ello al basurero de la historia a la monarquía y al régimen de la
Transición, a la OTAN, al FMI, a la UE, al BCE, y a la Deuda con la que
nos sojuzgan.
La clase obrera y el pueblo trabajador
están despertando y no van a permitir la perpetuación en la Jefatura del
Estado de una familia designada por el mayor asesino de pueblos de la
historia, que tiene ella misma las manos manchadas de sangre de
luchadores antifascistas y que derrocha lujos insultantes obtenidos
saqueando las arcas públicas.
Por ello, la Coordinadora Republicana
llama al pueblo de Madrid y al resto de los pueblos del Estado español
salir a la calle y ocupar las principales plazas de cada lugar.
¡PAREMOS LA SUCESIÓN!
¡VIVA LA REPÚBLICA!
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