Constanza Hola Chamy | BBC | 02/05/2014
Juan Carlos Cruz conoció al sacerdote chileno Fernando Karadima cuando tenía 16 años.
Había muerto su padre y lo mandaron
donde el cura para que lo ayudara. “Me dijo que iba a ser mi director
espiritual y que Dios le había dicho a él que iba a ser mi nuevo papá.
Yo pensaba que era un santo”.
Pero entonces, Juan Carlos no anticipaba
lo que estaba por venir: años de abusos sexuales y psicológicos.
Tampoco imaginaba que 20 años después su testimonio sería crucial para
graficar ante el Comité Contra la Tortura de Naciones Unidas la supuesta
red de ocultamiento y encubrimiento implementada por la iglesia
Católica para proteger a estos sacerdotes y evitar que comparezcan ante
la justicia.
“Lo de Karadima me duele mucho, el abuso
es horrible. Pero lo que más me duele es la respuesta de los que nos
tenían que proteger y cuidar, que se convirtieron en nuestros peores
enemigos”, le dice Cruz a BBC Mundo.
Se refiere a la cúpula eclesiástica.
“Tortura” y “encubrimiento”
Este viernes el Comité Contra la Tortura
de la ONU escucha en Ginebra testimonios sobre abusos y potenciales
torturas, previo a la sesión de lunes y martes, en las que recibirá e
interrogará a los representantes de la Santa Sede. En enero pasado fue
el comité de Derechos de los Niños de la misma organización el que puso a
la Iglesia en el banquillo.
“La Santa Sede es uno de los 155 Estados
Partes en la Convención contra la Tortura y Otros Tratos Crueles,
Inhumanos o Degradantes y está obligado a someterse a exámenes regulares
de su registro ante la Comisión de 10 expertos independientes”, explicó
la ONU a través de un comunicado sobre las razones de la sesión.
Uno de los informes más importantes que
ha recogido el Comité proviene del Centro de Derecho Constitucionales
(CCR), en representación de la Red de Sobrevivientes Abusados por
Sacerdotes (SNAP), que agrupa a más de 12.000 víctimas-, y habla de los
abusos de sacerdotes en Latinoamérica, donde la Iglesia católica tiene
mayor presencia e influencia.
El informe -un anexo especial al
original de 123 páginas describe detallamente casos de violencia sexual,
abuso psicológico y otras acciones que equivaldrían a tortura,
supuestamente realizados por miembros de la Iglesia en el mundo- muestra
“ejemplos de casos atroces y evidencia de ocultamiento” por parte de la
Iglesia en Latinoamérica.
“Hay suficiente evidencia de que existe
un gran problema en Latinoamérica. Los casos que destacamos muestran
claramente una red de diferentes obispos en distintos países. Todos
sabían lo que estaba pasando y no quisieron colaborar con las
autoridades. Mientras tanto, niños y otras personas eran dejados en las
manos de abusadores”, le comenta Pam Spees, abogada de CCR a cargo del
informe, a BBC Mundo.
El informe anexo sobre Latinoamérica
nombra a sacerdotes y obispos implicados en la supuesta red de
protección. Y el viernes, en una sesión privada, está previsto que sean
mencionados los más emblemáticos.
“El papa Francisco es de la región,
obviamente hay preguntas sobre cuánto sabía, su rol y por qué ha puesto a
sacerdotes cuestionados en posiciones de poder. Es un mensaje
poderoso”, asegura Katie Gallager, abogada de la CCR encargada de
presentar los casos en Ginebra.
Reacción de la Iglesia
Los últimos tres papas, Juan Pablo II,
Benedicto XVI y Francisco, han condenado los abusos y pedido perdón
público a las víctimas.
“¿Nos avergonzamos? Tantos escándalos
que no quiero mencionar singularmente, pero que todos sabemos cuáles (…)
Escándalos, que algunos han tenido que pagar caro: ¡Y eso está bien! Se
debe hacer así (…) ¡Son la vergüenza de la Iglesia!”, aseguró el papa
Francisco en una homilía en enero pasado, poco antes del veredicto del
Comité por los Derechos de los Niños condenando los abusos.
El informe previo que hizo llegar el Vaticano al Comité no hacía ninguna alusión a los abusos o casos de pedofilia.
BBC Mundo trató de contactar al Vaticano, pero no fue posible comunicarse con su vocero.
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