jueves, 15 de mayo de 2014

Aumentan los ataques contra símbolos del catalanismo

Los vecinos de Cardedeu se han levantado esta mañana con la sorpresa de encontrarse una bandera española en su Ayuntamiento. Junto a ella, una pancarta con el lema ‘España no se discute, se defiende’ y la firma de la plataforma de grupos fascistas España en Marcha. Se trata del último episodio de los cada vez más frecuentes ataques a símbolos del catalanismo.

Cardedeu
Imagen de la fachada del Ayuntamiento de Cardedeu esta madrugada.


El Ayuntamiento de Cardedeu (Barcelona) ha amanecido esta mañana con la bandera española ondeando y con una pancarta de España en Marcha –plataforma que agrupa a diversos grupos fascistas– en la que se leía ‘España no se discute, se defiende’. Una acción que han justificado señalando que este municipio catalán «lleva años desobedeciendo voluntariamente la ley, motivado por su enfermizo odio a España».



La ultraderecha entra así de pleno en la que algunos ya llaman la «guerra de banderas», impulsada desde la Administración estatal por la delegada del Gobierno en Catalunya, María de los Llanos de Luna, que ha denunciado a una ochentena de ayuntamientos catalanes por no tener la bandera española en sus consistorios.
De todos modos, pese a ser la primera vez que una acción de estas características se realiza con la firma de una plataforma fascista como España en Marcha –en la que se integra, entre otros, Alianza Nacional, responsable del ataque a la librería Blanquerna de Madrid en la Diada–, lo cierto es que las acciones contra símbolos del catalanismo se están multiplicando en los últimos meses.
Sin ir más lejos, esta misma semana desconocidos han serrado una de las ramas del ‘Pi de les Tres Branques’, un pino situado en la localidad de Castellar del Riu y que simboliza la unidad de los Països Catalans. Pese a que no se ha identificado a los autores del ataque, los vecinos de la localidad no dudaron en atribuir una motivación política a la acción.
La sierra y las banderas se han convertido, de hecho, en dos de los objetos de referencia para estos grupos, ya que una de las acciones más repetidas a lo largo y ancho de la geografía catalana durante los últimos meses ha sido el derribo de numerosos mástiles con la ‘estelada’ ondeando.
La guerra de banderas en edificios estatales
La obsesión del Estado con el tema de las banderas no se ha limitado a perseguir a los ayuntamientos que prefieren no izar la bandera española, sino que ha llevado a la Delegación del Gobierno español y al ministerio de Defensa a aumentar notablemente el tamaño de las banderas españolas que ondean en edificios oficiales dependiendientes de la Administración del Estado en Barcelona. Un aumento que salta a la vista en edificios como el de la Capitanía General de Catalunya, en pleno Paseo de Colón, o en la residencia de oficiales situada en la avenida Diagonal.

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