¿Son Ana Pastor y Jordi Évole ideológicamente neutrales? La respuesta es
un no rotundo. Lo siento mucho por sus seguidores, que creen que cuando
les ven por la tele están presenciando algo neutral y vacío de
contenido ideológico, pero va a ser que no.
Salvados se ha convertido en un programa tan popular que cuando digo que
no me gusta todos me saltan al cuello. "¿Pero cómo no te puede
gustar?", "es que tú o es un programa comunista o nada", "el caso es
criticar por criticar, sectario". Y claro, algo parecido ocurre con el
programa El Objetivo, o más bien con su presentadora Ana Pastor. A todos
les gusta. A los de izquierdas, a los de derechas, a los de
centroizquierda, a los de centroderecha. Todos, por una vez, se ponen de
acuerdo en algo: Ana Pastor es una periodista genial, que "se mete con
todo el mundo, sea de la ideología que sea" y que encima es muy buena
entrevistando.
Jordi Evole (protagonista del programa Salvados) y su colega Ana Pastor
se han convertido en vacas sagradas: son prácticamente incuestionables,
te tienen que gustar sí o sí y si no es que eres un sectario o peor aún:
un comunista resentido y malvado que lo crítica todo y a todos.
Uno de los mayores halagos que reciben estos dos personajes es que son muy objetivos. De hecho el programa de Ana Pastor se llama así: "El Objetivo". Todo lo que se dan son cifras, se habla con gente de toda ideología y se evita parecer ser de izquierdas o de derechas. Los entrevistadores son pues neutrales. Esto a la gente le encanta, por supuesto. Y a los dueños de la cadena aún más, pues en la objetividad está la clave para atraer a grandes audiencias sean de izquierdas, de derechas o más o menos apolíticos. Todo el mundo cabe en estos programas, a nadie se le discrimina. No son ni de izquierdas ni de derechas. De hecho, Evole en una entrevista que le hizo la propia Ana Pastor afirma lo siguiente:
Creo que a veces nos obsesionamos con que no se nos note el pie del que cojeamos [en referencia a su ideología]", y a continuación dice: "Pues un día, hablando con amigos, llegamos a la conclusión de que [ser de izquierdas o de derechas] es algo estético."
Esto suena perfecto para la sociedad en la que vivimos. Una sociedad que
acepta la idea de que todas las ideas son respetables, de que "cada uno
tiene su opinión y hay que respetarla" y de que si no toleras toda
ideología es que eres un radical dogmático. Todo (o casi todo) vale, hay
que dar voz a todos y no meterse más con unos que con otros. Y claro,
los mandamases de laSexta (canal en el que se emiten ambos programas) a
los que sólo les importa la audiencia se relamen y aplauden.
Ahora toca plantearse dos preguntas. La primera es si realmente Ana
Pastor y Jordi Évole son objetivos y neutrales. La segunda es si ser
objetivo y neutral es algo bueno o por el contrario algo que deberíamos
condenar.
¿Son
Ana Pastor y Jordi Évole ideológicamente neutrales? La respuesta es un
no rotundo. Lo siento mucho por sus seguidores, que creen que cuando les
ven por la tele están presenciando algo neutral y vacío de contenido
ideológico, pero va a ser que no.
Ni cuando Ana Pastor le hace una entrevista al presidente de Ecuador
cargada de mentiras y falsas acusaciones ni cuando Jordi Evole va a Cuba
intentando malmeter y reproducir las falacias de los medios de masas
están siendo neutrales. Y lo peor es que ambos hicieron el ridículo en
ambas empresas. Tampoco Évole era neutral cuando dijo que "me voy a
ahorrar decir lo que pienso sobre Chávez ahora que está enfermo"
mientras esbozaba una sonrisa en el plató de laSexta Noche. Ni Ana Pastor cuando llama a los estudiantes antifascistas "fascistas de izquierdas".
Jordi Évole no fue neutral cuando hizo su primera entrevista al político
comunista Julio Anguita. Más bien fue un payaso, un bufón del régimen.
Planteó preguntas estúpidas, insinuó que Chávez es un dictador, que
Zapatero es lo más a la izquierda que tuvimos nunca y que era un poco
hipócrita que un comunista tuviese un buen coche y dinero. Cualquier
persona que crea que el periodismo es algo serio y de trascendencia
apagaría la tele al ver esa entrevista.
Ana Pastor no fue neutral cuando acusó al diputado de Izquierda Unida
Alberto Garzón de haber pactado con el PP en Extremadura, reproduciendo
una acusación clásica del PSOE. Garzón intentó explicar la realidad: que
se habían abstenido y que no daron su apoyo al PP, pero la periodista
cambió de tema, con ese intento habitual en ella de querer ser el centro
de la entrevista con sus preguntas incisivas e impertinentes, con sus
interrupciones y sus pullas.
Podría escribir muchos ejemplos más, pero no lo haré por razones de
espacio. Concluyamos que ni Evole ni Pastor son neutrales, sino que más
bien se pasean entre el centroizquierda y el centroderecha creando la
ilusión de que se meten con todo el mundo por igual. En realidad lo
único que hacen es reproducir el pensamiento dominante que difunden los
medios españoles, los cuales en absoluto son imparciales ni objetivos.
Vayamos ahora con la segunda pregunta: ¿es bueno ser imparcial y objetivo? ¿para qué sirve realmente?
En realidad la pregunta es de por sí imposible de responder, al menos en
lo que se refiere al mundo del periodismo. Es que ser imparcial y
objetivo no es posible. Es una quimera, una utopía (o más bien una
distopía). ¿Cómo debería ser un periodista neutral? ¿de qué hablará?
¿por qué habla de unas cosas y no de otras? ¿es neutral apuntar que los
culpables son principalmente los políticos? ¿es objetivo ser
equidistante, o más bien es una forma de describir las cosas claramente
subjetiva? ¿los periodistas que aseguran que Chávez fue un
pseudodictador son neutrales?
Realmente, por mucho que reflexiono, no puedo imaginarme a un periodista
objetivo. No es posible. Y de hecho, es mejor que sea así. ¿Cómo daría
un periodista neutral la noticia de que han muerto ocho civiles
pakistaníes asesinados por aviones estadounidenses? Diría algo así como:
"han muerto ocho pakistaníes. Según el Gobierno de Pakistán esto es
una intromisión a su soberanía y una violación de los derechos humanos,
pero según Obama son solo daños colaterales". El espectador
pensaría que esos asesinatos están mal, pero que hay forma de
justificarlos y que cada uno puede tener una opinión distinta e
igualmente respetable al respecto. ¿Qué diría Ana Pastor de la invasión
de los nazis a Polonia? Puedo imaginarla en su programa entrevistando a
Hitler y tratando de dar datos imparciales y objetivos. "Bueno, está la versión de Polonia, pero mire lo que dice este diario dirigido por Goebbels...". Eso sí: ella sería muy 'mala' con Hitler, y se metería con él, ¡qué rebelde!.
Aún a riesgo de sonar políticamente incorrecto (lo cual en realidad es
bueno teniendo en cuenta lo que se entiende hoy por políticamente
correcto), diré que yo no quiero periodistas objetivos ni imparciales.
Yo quiero periodistas de verdad, de los que toman partido y denuncian
las injusticias. No quiero a un tío que da voz tanto a la izquierda como
a la derecha, ni a una tipa que parece muy profesional por meterse
tanto con Aznar como con Rafael Correa. Yo quiero un periodismo que le
de voz a las fuerzas progresistas y populares, que las otras ya tienen
suficiente presencia en nuestros medios. No quiero gente como Ignacio
Escolar (otro periodista 'progre') que justifica poner artículos que
defienden la explotación laboral en Bangladesh porque "hay que dar voz a
todas las opiniones". ¡Como si todas las opiniones fuesen igual de
respetables!
(Cabe matizar que Jordi Évole y su programa no son tan condenables como el de Ana Pastor, y que Salvados a veces sí denuncia las injusticias de forma correcta y que en todo caso es lo más a la izquierda que pueden consentir las cadenas privadas. Puede decirse que dentro de lo malo, o de lo aceptable por el sistema, es lo mejor, aunque eso no sirva como excusa para respaldarlo acriticamente)
http://lescommunards.blogspot.com.es/2013/11/jordi-evole-ana-pastor-y-el-periodismo.html
(Cabe matizar que Jordi Évole y su programa no son tan condenables como el de Ana Pastor, y que Salvados a veces sí denuncia las injusticias de forma correcta y que en todo caso es lo más a la izquierda que pueden consentir las cadenas privadas. Puede decirse que dentro de lo malo, o de lo aceptable por el sistema, es lo mejor, aunque eso no sirva como excusa para respaldarlo acriticamente)
http://lescommunards.blogspot.com.es/2013/11/jordi-evole-ana-pastor-y-el-periodismo.html
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