martes, 10 de febrero de 2015

La alcaldesa de Mungia deja el cargo por la obligación de colocar la bandera española

El Constitucional desestima un recurso de Izaskun Uriagereka (PNV) en el que se acogía a la “objeción de conciencia”

Javier Núñez - Martes, 10 de Febrero de 2015 -

La alcaldesa de Mungia, Izaskun Uriagereka (a la  derecha), atiende a unos vecinos frente a la Casa Consistorial del municipio vizcaino.Foto: Zigor Alkorta
La alcaldesa de Mungia, Izaskun Uriagereka (a la derecha), atiende a unos vecinos frente a la Casa Consistorial del municipio vizcaino.Foto: Zigor Alkorta

Bilbao - La alcaldesa de Mungia, Izaskun Uriagereka, del PNV, ha decidido dejar su cargo después de que el Tribunal Constitucional (TC) no aceptara su recurso ante la imposición de colocar la bandera española en el balcón de la casa consistorial. Fiel a sus convicciones, y tras la decisión del alto tribunal de garantías, deja el cargo a escasos tres meses de las próximas elecciones municipales y forales del mayo. Esta decisión crea un precedente al ser el primer cargo municipal de cualquier partido que decide abandonar ante la imposición de colocar la rojigualda. Era la segunda legislatura de Uriagereka como alcaldesa de Mungia, ocho años a los que hay que sumar otros ocho en los que ejerció labores de concejal en el consistorio vizcaino.El Ayuntamiento de Mungia presentó en septiembre de 2014 un recurso ante el Tribunal Constitucional en el que la alcaldesa se acogía al “derecho a libertad ideológica” y la “objeción de conciencia” para pedir la anulación de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) por la que se obligaba a la corporación de la localidad vizcaina a colocar la bandera española en el edificio consistorial. En el recurso, la defensa de la primera edil de Mungia denunciaba la violación del artículo 16.1 de la Constitución española conforme al cual “se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley”.
En el escrito, el abogado Txema Montero, letrado de la alcaldesa, entendía que se había vulnerado el artículo 24.1 de la Carta Magna española, a cuyo tenor “todas las personas tienen derecho a obtener tutela de los jueces y los tribunales en el ejercicio de sus derechos legítimos”. La regidora de Mungia considera que colocar la bandera española “vulnera mis convicciones más profundas de nacionalista vasca” y, además, al poner la enseña rojigualda “se perturbaría el orden público municipal toda vez que en la Casa Consistorial no ondea bandera alguna en virtud de un acuerdo tomado hace dos décadas con el objeto de que ningún vecino se sintiera preterido por la presencia, o ausencia, de la bandera representativa de sus convicciones”.
Entonces, Uriagereka explicó a DEIA las razones que le habían llevado a dar el paso de presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional. “Pertenezco a un partido abertzale y nacionalista, al que no representa la bandera española. Además, en este sentido, creo que represento el sentir mayoritario de los vecinos de Mungia”, afirmaba.
Según ha podido saber este diario, el pasado jueves el abogado de Uriagereka recibió la resolución del Constitucional por la que no se tenía en cuenta el recurso de la alcaldesa y se obligaba a colocar la enseña española en la Casa Consistorial. Como ante esta decisión no caben más recursos, la alcaldesa de Mungia ha decidido dejar el cargo.
Pleno el viernes
Uriagereka comunicó ayer su decisión a las diferentes áreas técnicas del Ayuntamiento y su marcha se hará efectiva en un pleno extraordinario convocado para este próximo viernes. Junto a ella también abandonará la corporación municipal la concejal de Cultura Miren Begoña Bilbao, también del PNV.
En un principio, será el primer teniente de alcalde Igor Torrontegi quien se hará cargo de pilotar la nave municipal de Mungia, aunque en un principio no está tomada la decisión de que Torrontegi continúe en el cargo hasta las elecciones previstas para el 24 de mayo o, por contra, que en las próximas semanas sea relevado por otro concejal. El día 25 de este mes se celebrará otro pleno en el que se tomará esta decisión.
Es declaraciones ayer a este diario, Uriagereka se mostró totalmente convencida del paso dado. “No me quedada otra opción que irme. Tengo unas convicciones y por respeto a ellas considero que debo dejar el cargo”, confirmaba la alcaldesa de Mungia que quería dar las gracias a su partido por el apoyo que le ha dado a lo largo de sus ocho años como alcaldesa. “Quedan pocos meses para las elecciones, pero considero que no debo ir en contra de mis convicciones”, apostilló.
El Ayuntamiento de Mungia está conformado por nueve concejales del PNV, cinco de Bildu, dos de la Agrupación Electoral Monte Berriaga y uno del PSE. El pasado septiembre, cuando presentó el recurso ante el TC, Uriagereka reconocía que contaba con el total respaldo de su partido y con el apoyo de los concejales de Bildu. “En esta cuestión hemos ido de la mano y no ha habido ningún tipo de fisuras”, aseguraba.
Un buen baremo del respaldo popular con el que ha contado la alcaldesa Izaskun Uriagereka en esta cuestión es que después de que se obligara a la corporación de Mungia a colocar la bandera española en la Casa Consistorial, surgió en el municipio una plataforma denominada Mungin Geure Ikurrek que llamó a la colocación de ikurriñas en ventanas y balcones de la localidad. La propuesta concitó el respaldo mayoritario de los vecinos de la localidad, que plagaron las casas de Mungia con la enseña vasca.
Últimos casos
La imposición de la rojigualda en los ayuntamientos no es algo nuevo, aunque en los últimos años, y tras la llegada a Moncloa del PP, el delegado del Gobierno español en la CAV, Carlos Urquijo, ha hecho bandera de esta cuestión. Urquijo ha multiplicado las denuncias contra los ayuntamientos en los que no está colocada la rojigualda.
Esta misma semana se ha obligado a cumplir con la legislación española a los ayuntamientos de Ipazter y Hondarribia, a los que se les ha requerido a colocar la bandera rojigualda. Asimismo, se ha obligado al Ayuntamiento de Gernika a que la bandera española ocupe un lugar destacado en la fachada de la Casa Consistorial, después de que a juicio del delegado del Gobierno español no ocupara el “lugar preponderante que le corresponde”. Al contrario que Uriagereka, el regidor gernikarra acató la orden judicial.

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