Resulta escandaloso y delictivo que el Gobierno, a través de Cristóbal Montoro,
o allegados a éste, filtre a la prensa, por motivaciones políticas y
partidistas, un documento secreto de la Agencia Tributaria, como es la
declaración de un particular, con la única finalidad de construir un
escándalo político.
Hace años, cuando aún no estaba en política y Podemos ni siquiera era un proyecto realizable, un tal Juan Carlos Monedero
realizó en su esfera privada una serie de trabajos propios de su
especialidad profesional, para determinados países sudamericanos, como
han hecho un sinfín de catedráticos y profesores universitarios en las
últimas décadas. Como las cosas funcionan como funcionan, tardó años en
percibir su remuneración, y decidió crear una sociedad unipersonal para
facturarlos. Quizás este fue su gran error, pero muy posiblemente
siguiendo los consejos de un asesor fiscal. En la política española hay
que estar más pendientes del marketing,
que de solucionar los problemas de los ciudadanos. No olvidemos que en
este país existen miles de sociedades unipersonales o familiares creadas
con el único fin de tributar a la Agencia Tributaria, recomendadas por
los propios asesores fiscales, y nadie se rasga las vestiduras por ello.
Si Monedero no fuese en la actualidad
un destacado activista político de un partido que aspira a gobernar
nuestro país, que se ha convertido en la principal oposición al Partido
Popular, no hubiese pasado nada, o a lo sumo Hacienda le habría
remitido una declaración paralela, de entender que tributaba
indebidamente, lo que podría ser discutido incluso ante los Tribunales,
dadas la diversas interpretaciones existentes en situaciones similares.
Lo que es evidente es que declaró sus ingresos, y cuando se cuestionó
públicamente si era o no correcto hacerlo a través de una sociedad
unipersonal, decidió aplicarse para sí mismo el criterio más exigente, y
presentar una declaración complementaria, por lo que en estos momentos
está al día con Hacienda, e incluso se le debe un dinero ingresado en
exceso.
Lo que sí resulta escandaloso y
delictivo es que el Gobierno, a través de Cristóbal Montoro, o allegados
a éste, filtre a la prensa, por motivaciones políticas y partidistas,
un documento secreto de la Agencia Tributaria, como es la declaración de
un particular, con la única finalidad de construir un escándalo
político. Es el mismo gobierno que se negó a publicar las listas de los
mayores defraudadores de este país, y que alegó motivos de
confidencialidad para ocultar las personas que se acogieron a la
amnistía fiscal. Pero Juan Carlos Monedero es la excepción, por cuanto
es preciso destruir y desprestigiar a un movimiento político que aspira
a expulsar del poder al partido más corrupto de la historia de la
democracia.
La revelación de secretos, en sus
diversas vertientes, está castigada en nuestro Código Penal con severas
penas, que pueden llegar a una privación de libertad de 3 a 5 años para
un caso como el que nos ocupa. Y conocer el autor de la filtración es
más que sencillo, porque el sistema de seguridad para controlar el
acceso a la información y bases de datos de la Agencia Tributaria
permite identificar a quien lo haga, al quedar su huella marcada, e
incluso se puede saber el día y hora de su acceso y los motivos que
alegó para hacerlo. Por lo que sería conveniente que se abra una
investigación de inmediato para conocer al autor de la filtración para
que responda por ello, e incluso es un hecho de tal gravedad que exgiría
la intervención de la Fiscal General del Estado, que parece estar en
ignorado paradero desde su nombramiento.
Muchos periodistas y políticos que
ahora se rasgan las vestiduras frente a Monedero, a buen seguro tendrán
constituidas sociedades unipersonales o familiares para declarar a
Hacienda sus ingresos por sus actividades profesionales, y les recuerdo
que pueden ser víctimas del efecto boomerang. Incluso muchos ídolos del
fútbol (Messi y Casillas, entre otros muchos), se han encontrado en
situaciones similares, y han regularizado su situación sin que nadie les
haya acusado de cometer un fraude fiscal; y más de uno, como es el caso
de Gerard Piqué, ha decidido no pagar la suma reclamada y discutir la
procedencia de la misma en los tribunales, lo que podría haber hecho
igualmente Juan Carlos Monedero.
Un tal José María Aznar,
Presidente de Honor del PP, muy pocos meses después de dejar de ser
Presidente del Gobierno constituyó junto con Ana Botella Famaztella
S.L., con un capital social de 3.006 euros, una sociedad familiar cuyo
objeto social era “la explotación de los derechos de propiedad
intelectual de doña Ana Botella Serrano y de don José María Aznar López
en todas sus manifestaciones, como libros, escritos, discursos,
alocuciones, conferencia y otras análogas”, a través de la cual ha
facturado millones de euros, supuestamente para declarar menos a
Hacienda. La Agencia Tributaria abrió una inspección a la citada
empresa en el año 2013, que fue cerrada pocos meses después,
presumiblemente sin sanción. Nada se dijo de fraude a Hacienda, ni de
delito fiscal, pero lo cierto es que esta sociedad encubre unas
actividades personales que, aplicando el criterio que se exige a
Monedero, deberían de haber tributado por encima del 45%, y no por el
impuesto de sociedades.
La Vicepresidenta del Gobierno ha llegado a afirmar con su lengua viperina que “Si todos los españoles hicieran lo que hace Monedero a ver cómo íbamos a pagar los servicios públicos, la Sanidad o la Educación“. ¿Le damos la vuelta?: “Si
todos los españoles hicieran lo que ha hecho Monedero, declarando sus
ingresos, haciéndolo en España, y presentando su declaración
complementaria ante las dudas surgidas, podríamos haber evitado los
recortes en los servicios públicos, la Sanidad o la Educación“.
En el fondo todo esto es un burdo
montaje de una derecha que no tiene escrúpulos para mentir, difamar,
engañar y tratar de manipularnos a todos. La hipocresía, el cinismo y el
fariseísmo nos gobierna. Su única intención es tapar sus vergüenzas,
aunque se conforman con que pensemos que los demás son tan
sinvergüenzas como ellos. No caigas en su trampa.
Autor: Fernando de Silva
Artículo original: EL BURDO MONTAJE DE UNA DERECHA SIN ESCRÚPULOS
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